Desconfía de quién no se conmueve.
De quién no se sensibiliza ni ante el todo ni ante la nada.
Desconfía de quienes se presentan como la certeza ineludible, la seguridad a largo plazo, la certidumbre inquebrantable.
Desconfía de quién,ante la debacle, no se le mueve un pelo ni un gramo de sensibilidad.
Desconfía de quienes no saben reír ni llorar.
Desconfía de quién se autodefine como lógico, medido, estable,inodoro, incoloro e insípido.
Desconfía de quienes caminan calculando, besan administrando y no arriesgan nunca jamás.
Desconfía de ellos y después,como quien no quiere la cosa, alejate despacito hacia otros pagos más cercanos, más mundanos y más hermanos también
Bernardo Penoucos.