Donald Trump presenta una agenda expansionista que apunta a reposicionar a Estados Unidos como la principal potencia mundial, destacando que su visión de la nueva era norteamericana no se alineará con la gestión demócrata. Bajo el lema de “Recuperar lo nuestro” y “Hacer grande a América otra vez”, su enfoque agresivo se centra en competir con China por la supremacía global. Al mismo tiempo, impulsa un acuerdo con Putin para poner fin a la guerra en Ucrania y respalda incondicionalmente a las fuerzas israelíes en su genocidio en Medio Oriente. Este martes Trump alertó al mundo con lo que se viene: expresó sus intenciones de ocupar Groelandia y el Canal de Panamá «si es necesario por la fuerza militar» y de anexar a Canadá «como otro estado» norteamericano. También acusó a México por el desbalance comercia y la llegada de inmigrantes y que tratará de cambiar el nombre del Golfo de México por «Golfo de Ámerica». Por ANRed.
El “populismo” de derecha estadounidense parece contrastar con el enfoque liberal de Milei. Mientras que el libre mercado es un pilar de la ideología liberal, la administración trumpista se caracteriza por intervenciones en las relaciones comerciales, imponiendo aranceles como los anunciados contra China y México, e incluso recurriendo a la amenaza militar.
En una conferencia de prensa celebrada el martes en Mar-a-Lago, Trump detalló sus intenciones expansionistas, sugiriendo que Estados Unidos podría emplear su “fuerza económica” para integrar Canadá a su territorio. “Eso sería un gran paso y eliminaríamos esa línea fronteriza artificial. También reforzaría nuestra seguridad nacional”, expresó. Además, añadió: “De hecho, protegemos a Canadá. Admiro a su gente, son excepcionales, pero cada año gastamos miles de millones de dólares en su defensa”.
Respecto al Canal de Panamá, Trump recordó que fue una construcción estadounidense. “Tal vez debamos tomar cartas en el asunto”, dijo. “El Canal de Panamá es vital para nosotros. Está bajo la administración de China, aunque lo cedimos a Panamá, no a China”.
El Canal de Panamá fue entregado a Panamá en 1999. En respuesta a los comentarios de Trump, el presidente panameño, José Raúl Mulino, rechazó rotundamente la posibilidad de cambiar su estatus o control, asegurando: “No hay nada que negociar”. Esta declaración se produjo luego de que Trump publicara en redes sociales: “Si Panamá no garantiza que el canal opere de manera segura y eficiente, exigiremos que nos lo devuelvan sin condiciones”.
En cuanto a Groenlandia, Trump afirmó: “Es necesario para nuestra seguridad nacional. Se ha dicho por mucho tiempo”. El martes, su hijo Donald Trump Jr. visitó la isla, que pertenece a Dinamarca, indicando que su viaje era de carácter privado para grabar material para su pódcast. Además de su importancia estratégica, Groenlandia es rica en recursos naturales, incluidos metales raros, y alberga una base militar estadounidense.
“En Groenlandia viven alrededor de 45.000 personas. Nadie sabe a ciencia cierta si Dinamarca tiene derechos legales sobre la isla, pero si los posee, deberían renunciar, ya que la necesitamos por razones de seguridad nacional”, sostuvo Trump. “Es en defensa del mundo libre. Hablo de proteger al mundo libre”, agregó.
Trump también advirtió a Dinamarca sobre la posibilidad de imponerles “altísimos aranceles” si no acatan sus demandas. Mencionó la creciente presencia de barcos chinos y rusos en la región, “por doquier”.
Finalmente, Trump sugirió renombrar el Golfo de México como “Golfo de América”, argumentando que sería un nombre “hermoso” y “mucho más apropiado”.
Fuente: AnRed
